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EL TEATRO TRADICIONAL DE INDIA - Múltiples Corrientes

Por Dra. Kapila Vatsyayan


YAKSHAGANA


Situada al norte de Kerala, en la costa occidental, Karnataka está flanqueada al este por Andhra Pradesh y Tamil Nadu, y al noreste por Maharashtra. El territorio, con una superficie de 191.773 km2, se caracteriza por su exuberancia, los ghats occidentales en pendiente y el mar. Su población, de casi treinta millones de habitantes, comparte la rica historia y las tradiciones culturales de la India, especialmente de los estados del sur. Su historia artística en las artes literarias, escénicas y visuales está estrechamente ligada a las dinastías políticas de los Kadambas, Rashtrakutas, Chalukyas, Hoysalas y los reyes Vijayanagara.


Aunque algunos eruditos han fechado la forma Yakshagana en el siglo XVI y otros en el XVIII, sus orígenes y crecimiento pueden remontarse, como en el caso del Kutiyattam, a la literatura sánscrita y su teatro, por un lado, y a la literatura en idioma Kannada y a las numerosas formas de danza y música rituales que prevalecían en la zona, por otro. Al igual que el Kutiyattam, arrastra muchas de las tradiciones y convenciones del teatro sánscrito, especialmente las del Purvaranga, el Vidushaka y la negación intencionada de las unidades de tiempo y espacio. También como el Kutiyattam, desarrolla su forma distintiva en el uso de los modos recitativos de la poesía, las melodías de la música, el ritmo, la técnica de la danza y, sobre todo, el vestuario y el maquillaje. Sin embargo, a diferencia del Kutiyattam, se aparta en muchos aspectos significativos de las convenciones de la escena sánscrita y contiene un lenguaje muy elaborado de gestos con las manos (hastabhinaya) y con los ojos (netrabhinaya). También está estrechamente relacionado con la evolución de la literatura en los estados colindantes de Andhra Pradesh y Tamil Nadu y tiene algunas afinidades con las formas literarias que florecieron en las cortes Marathas de Tanjore.


La forma literaria y teatral llamada Yakshagana debe estudiarse en relación, sobre todo, con la literatura en idioma Kannada y con la evolución de las demás artes, especialmente la música, la pintura y la escultura. La literatura en Kannada es una de las más antiguas de la India, con una antigüedad sólo superada por el Sánscrito, el Prakrit y el Tamil. Un estudio de las inscripciones del Estado que van desde el siglo V al XVIII nos habla de una cultura variada y rica de la zona, que estaba en constante interacción con otras partes de la India, como también posiblemente con Asia occidental. La inscripción lítica de Halmidi, del año 450 d.C., es el registro más antiguo de la lengua Kannada. Aunque no hay ninguna referencia directa a la lengua antes de esa fecha, debe de haber existido antes una lengua parecida al Kannada. Sin embargo, se pueden encontrar referencias indirectas a dicho idioma en la literatura Tamil, que se remonta al siglo II. Las influencias culturales del norte pueden rastrearse hasta los tiempos de Ashoka, a juzgar por los edictos rupestres de los distritos del norte de Karnataka. Tanto el Budismo como el Jainismo eran conocidos en la región; este último influyó en la literatura y la lengua Kannada. La literatura sánscrita llegó pronto al idioma Kannada y las obras de Magha, Bharavi, Bana y Bhatta Narayana eran conocidas junto con las épicas. También se conocían obras en Prakrit. Obras como Brihatkatha de Gunandhya y Gathasaptashati de Hala también influyeron en la escritura Kannada temprana. La influencia del Jainismo fue profunda y generalizada: las obras de los maestros como Bhutabali, Pushpadanta, Vattakera y Samantabhadra y otras escritas en Sánscrito y Prakrit inspiraron a los poetas en Kannada durante un largo periodo. De este modo, el Kannada antiguo y medieval se ha enriquecido con muchos elementos, algunos autóctonos y puramente regionales, y otros procedentes de otras partes de la India. Las fases de la literatura Kannada, antigua, medieval y moderna, manifiestan esta amalgama que se ha denominado elementos Margi y Deshi. A grandes rasgos, los estudiosos identifican cinco periodos de la literatura Kannada: (i) el más antiguo, anterior al año 850 d.C., (ii) el Kannada antiguo, con influencia Jainista, desde el año 850 hasta el 1150 d.C., (iii) el medieval, desde el 1150 hasta el 1500 d.C., (iv) el postmedieval, desde el 1500 hasta el 1850 d.C., y (v) la época moderna, posterior al 1850 d.C. Naturalmente, al igual que en otras partes de la India, el crecimiento de esta literatura y las expresiones en las demás artes se vieron influidas por las sucesivas oleadas de diferentes movimientos religiosos como el Jainismo, el Virashaivismo, el Brahmanismo y, en particular, el Vaishnavismo y el Bhakti.


Apenas se conserva nada de la literatura del periodo comprendido entre el 450 y el 850 d. C. Sin embargo, de la obra Kavirajamarga (850 d.C.), principalmente un tratado sobre poesía, se puede obtener alguna información valiosa sobre los estilos literarios, las formas métricas, etc., todo lo cual tiene cierta relevancia para la composición literaria llamada Yakshagana de un período muy posterior.


Al autor de Kavirajamarga le siguieron muchos otros, el más importante de los cuales es Asaga, a quien se le atribuye la redacción de ocho obras en Sánscrito y Kannada, entre ellas una titulada Karnataka Kumarasambhava. Afortunadamente, sólo se conservan algunos versos de las dos obras Shudraka y Harivamsha del famoso Guna Varna I. Desgraciadamente, hay pocas pruebas directas de estas obras, aunque se encuentran extractos en antologías.


La escritura poética se complementó convenientemente con obras en prosa, la más importante de las cuales es Vaddarabhane (925 d. C.), que narra las historias de diecinueve ascetas Jainistas que mantuvieron su firmeza mental ante la muerte. La narración es picante, viva y animada, y está llena de propósitos morales. La presentación del resumen de la historia al principio se convirtió en una convención y quizá influyó considerablemente en la presentación teatral en un periodo posterior. Muchas formas de teatro en la India siguieron esta convención de presentar un breve resumen en una etapa inicial.


Aunque uno podría detenerse en las bellezas de estas obras y otras, el propósito de llamar la atención sobre estas obras literarias en un estudio del Yakshagana es simplemente señalar que la estructura y el estilo del Yakshagana contemporáneo incorporan muchos rasgos que pueden rastrearse en la antigua literatura Kannada, en su contenido temático, su poética, sus rasgos estilísticos y sus formas narrativas en prosa. Por lo tanto, aunque el Yakshagana como composición literaria es aparentemente joven si se compara con una forma como el Kutiyattam, en él sobreviven muchos elementos que pueden remontarse a obras que le preceden en setecientos años o más.


De esta primera época, además de las dos obras mencionadas, existe el monumental y prolífico escrito de Pampa (942 d. C.). Aunque el padre de Pampa era un converso al Jainismo, él mismo estaba profundamente inmerso en las literaturas Sánscrita y Prakrit, especialmente el Ramayana y el Mahabharata. También estaba familiarizado con la filosofía y la hagiología Jaina y con todas las ramas de la música, la danza, el teatro, la escultura, la pintura y la artesanía. Esto queda ampliamente demostrado en su Adipurana, basada en la historia de Adinatha o Purnadeva, el primero de los veinticuatro Tirthankaras del Jainismo. Aunque adopta el tema de Jinasana II, da a esta obra un nuevo significado literario y moral. En la sección relativa a la historia de Lalitanga, se luce al describir dramáticamente cómo la bella bailarina celestial Nilanjana baila hasta la muerte, preparando así la mente de Adinatha para la renuncia. La obra también arroja una luz significativa sobre el estado de las artes durante el reinado de su mecenas, el príncipe Chalukyan Arikeshari II, que era un feudatario del rey Rashtrakuta -Krishna III.


Su segunda obra Pampa Bharata o Vikramarjuna Vijaya es igualmente significativa, ya que proporciona el modelo para una considerable escritura posterior sobre el tema del Mahabharata en Karnataka. El héroe de esta obra es Arjuna, pero también es Arikeshari, su príncipe protector. Así, la historia se mueve con fluidez y eficacia en dos niveles; uno, la historia universal de los Pandavas, y el otro, la historia contemporánea del príncipe Chalukyan. Estas convenciones de las múltiples dimensiones del tiempo fueron así bien establecidas por Pampa. El Yakshagana, hasta la fecha, sigue algunas de estas convenciones. Entre los siglos X y XVI hubo muchos escritores, poetas y dramaturgos. Ponna y Ranna fueron contemporáneos de Pampa y ambos hicieron importantes contribuciones a la literatura Kannada. Para Ponna, Shantinatha, el 18º Tiruthankara, era el héroe; para Ranna, Ramachandra. La fuerte dependencia del drama en torno a las biografías de héroes y personajes mitológicos, tan característica del Yakshagana, se remonta a estos primeros comienzos. El rey Chavundaray I (978 d. C.), un importante prosista, es el autor del Tri-shashti Lakshana Maha Purana, una obra monumental sobre los Tirthankaras. También escribió en Sánscrito. Nagavarma I (990 d.C.) escribió en forma de champu una versión del Kadambari de Bana, además de una obra sobre prosodia. En el siglo XI, Durgasimha tradujo el Panchatantra en prosa y poesía. Shantinatha (1068 d. C.) fue el autor de Sukumara charita, basado en la historia Jainista de Sukumara y Avanti y escrito en forma de champu. Nagavarmacharya escribió un shataka en 1070. Por último, está Nagachandra, el poeta del Ramayana Pampa, que se llamaba a sí mismo Abhinava Pampa. Su versión del Ramayana es significativa por las alturas trágicas a las que lleva el personaje de Ravana.


La actividad literaria desde 1150 hasta 1400 fue impresionante. Si bien continuaron las formas antiguas como el champu, el shataka (antología de versos) y la narración en prosa, se introdujeron otras formas nuevas. Las innovaciones se produjeron principalmente gracias al movimiento reformista de los Virashaivas bajo el liderazgo de Basava, que retomó la lengua hablada del pueblo y le dio un estatus literario. La vachana fue la más duradera de estas formas. El contenido de muchas obras siguió centrándose en los Tirthankaras Jainistas y en los del Mahabharata. Sin embargo, se dieron nuevas y refrescantes interpretaciones a muchos personajes de las epopeyas, los Jatakas y los Jaina Puranas. Los eruditos y teóricos siguieron escribiendo sobre prosodia, gramática, matemáticas, medicina, astrología, etc. A ello siguieron los escritos de los poetas dasa de la escuela Vaishnava, iniciados, según algunos, por Sripada Ray (hacia el siglo XVI).


Los siglos XV y XVI fueron interesantes desde muchos puntos de vista. Mientras escritores como Kumara Vyasa se ocupaban de escribir el Kannada Bharata y versiones del Ramayana, los poetas dasa aportaron un nuevo fervor devocional. La poesía de los poetas dasa estaba estrechamente vinculada a la evolución del idioma Telegu. El primer Yakshagana, aunque en Telegu, fue escrito en el siglo XVI por Peda Kempa Gaudan y se llamó Ganga Gauri Vilasam (1513-1569 d. C.). En el siglo XVII se produjo un resurgimiento y fue entonces cuando se desarrolló la forma Yakshagana en Karnataka, Andhra y Tamil Nadu. En Andhra se conocía esta forma tanto en estilo de narración cantada como de danza-teatro desde el siglo XV. A lo largo de los siglos XVII y XVIII hubo una importante actividad literaria tanto en Andhra Pradesh como en Tamil Nadu; es natural que el Kannada haya interactuado activamente con ella. La forma también estaba relacionada con el Prabandha nataka de un periodo ligeramente posterior.


Este breve repaso literario quizá lo convenza a uno de las fuentes literarias de las que el artista teatral (músico-bailarín-dramaturgo) podría nutrirse. Conocía los temas del Jainismo y del Hinduismo. Las formas literarias iban desde la épica narrativa hasta la prosa lírica y pura, y las formas compositivas desde el champu y el shataka hasta el vachana y el prabandha. Además, había que recurrir a la forma lírica del shatpadi y al kirtana o pada de los poetas dasa. Las formas musicales estaban estrechamente relacionadas con las composiciones literarias y, más concretamente, con las métricas distintivos del Kannada, como el ragale, el tripada y el shatpadi.


Así pues, el compositor del Yakshagana en lengua Kannada sólo tuvo que fijarse en el material de Karnataka y de las regiones colindantes para desarrollar una forma teatral profundamente arraigada en las tradiciones literarias locales y regionales. La tradición Sánscrita ya había sido asimilada en las literaturas regionales. De hecho, la controversia de Margi y Deshi había dado lugar a un carácter regional distinto tanto en el contenido como en la forma. Esto se confirma ampliamente en los escritos literarios que van desde Basava hasta Purandaradasa. Así, la forma teatral del Yakshagana debe considerarse una representación visual en la tradición oral de estos desarrollos literarios. Los críticos han intentado etiquetarlo como un drama puramente folclórico, pero un análisis minucioso de la estructura del Yakshagana y de la literatura del Sánscrito y el Kannada revelará los inconfundibles vínculos entre las dos corrientes paralelas de la literatura, la escrita y la oral. Los estudiosos opinan que el primer drama en Kannada, Mitra-Vinda-Govinda (basado en el Ratnavali de Shri Harsha), se escribió en el siglo XVII. Esto puede ser cierto, pero no hay que olvidar que la forma narrativa dramática era antigua en Kannada.


Poco después, la actividad literaria pareció decaer y el Yakshagana como forma teatral no recuperó su popularidad hasta el siglo XVIII. Se siguieron creando obras escritas, pero principalmente como guiones para su presentación. También hay que recordar que el Yakshagana surgió como una forma completa en el sur de Kanara en una época de gran agitación política y disturbios sociales. Sadashiva Nayaka (1544-1565 d. C.) gobernó el territorio generalmente llamado Tulu Rajya frente a las amenazas portuguesas y de otros países. El reinado de sus sucesores, Venkatappa Nayaka y Virabhadra Nayaka (1629-1641), especialmente el de este último, estuvo lleno de problemas en el reino. Las luchas políticas continuaron también durante gran parte del siglo XVIII, hasta que los británicos entraron finalmente en la región hacia 1768. El papel desempeñado por Haidar Ali y Tipu Sultan es demasiado conocido como para tener que contarlo.


Si nos hemos referido brevemente a esta historia política de la época, es simplemente para subrayar el hecho de que muchas formas teatrales han crecido en la India precisamente en un periodo de conflicto político y malestar social, más como una respuesta a la situación contemporánea que como una preocupación ajena a un pasado muerto. Es comprensible que, mientras se rompían los vínculos vitales con las tradiciones de la gran arquitectura, la escultura y la pintura, se forjaran fuertes lazos de contacto con las masas a través del teatro en un momento en que la seguridad emocional de la gente estaba seriamente amenazada. El teatro era su sustento, como lo eran su dedicación y compromiso con las escuelas de filosofía como la escuela Dvaita de Madhvacharya, los movimientos religioso-sociales como el Virashaivismo y finalmente el movimiento Bhakti. Junto con el ritual ancestral, la actividad religiosa continuó tanto a nivel popular como sofisticado. En el plano popular, el culto a Naga (serpiente) en forma de Naga-mandalas (un diseño de serpiente) y el culto a los espíritus (es decir, a los Bhutas) son particulares de la región y tienen una gran antigüedad. Todas las aldeas del distrito tienen sus propios Bhutasthanas, cuyos orígenes se remontan a tiempos prehistóricos.


Aunque aparentemente el Yakshagana tiene poco o nada que ver con estas prácticas rituales, no se puede decir que sea totalmente ajeno a ellas. Conviene tener en cuenta que esta forma es sólo una de las diversas prácticas rituales y tradiciones centenarias de teatro, danza y drama, que han seguido floreciendo en la región desde tiempos muy antiguos. No es fácil delimitar claramente los ámbitos de cada una de estas diversas prácticas en función de las sociedades tribales, aldeanas y urbanas o de los medios de la corte y el templo. Tampoco se puede afirmar que ciertas formas fueran prerrogativa exclusiva de determinadas castas, como los Brahmanes y los Kshtriyas, o de comunidades aldeanas, como las clases "registradas" de hoy en día. Todavía no se ha intentado realizar un estudio exhaustivo de todas estas formas a nivel tribal, de aldea y urbano en términos de grupos y estratificación socioeconómica. Baste decir que antes de que el Yakshagana obtuviera el reconocimiento universal como una danza-teatro plenamente desarrollada, coexistieron muchas otras formas de culto ritual como el Naga-mandala y el culto Bhuta, o las danzas de tribus como los Kurubis, Marati Kudiyas y otras. Desde el punto de vista social, los grupos funcionales u ocupacionales como los Dodabas y los Natavas gozan de un estatus importante debido al papel destacado que desempeñan en las danzas rituales.


Sin embargo, volviendo al Yakshagana, encontramos que su historia puede reconstruirse a partir de la evidencia interna de muchas de las obras literarias mencionadas anteriormente. Hasta ahora nos hemos referido a estas obras sólo en el contexto de la evolución del Yakshagana como género literario, pero son interesantes y valiosas también como fuente de pruebas relacionadas con otras formas teatrales dramáticas.


Según algunos estudiosos, la descripción de una representación dramática del Ramayana en el Harivamsha Purana como treta para matar a Vajranabhasura es la primera referencia al Yakshagana. El Bhagavatamela que allí se menciona puede ser un paralelo cercano a la forma dramática operística. Sin embargo, no sería correcto concluir que el drama Harivamsha y el Yakshagana tienen alguna relación directa. En los registros de inscripciones y las crónicas se encuentran muchas pruebas del predominio general de la danza-teatro, la distinción practicada entre la danza pura (nritya) y el drama (natya), y la evolución de los estilos musicales (sangita). Las inscripciones de Pattadakal nos hablan de un tal Natasevya del siglo VIII que dominaba tanto la actuación como la danza. Se utilizan tanto las palabras Nartaka como Nata. La inscripción de Mugud (cerca de Dharwar, fechada en el año 1045) se refiere a la Natakashala. Sin embargo, la primera referencia concluyente y precisa al Yakshagana sólo se encuentra en la obra del siglo XII Chandraprabha Purana. El Mallinatha Purana, escrito unos años más tarde, también se refiere a él. En el siglo XVI, Kavi Ratanakara Varni habla de él en su Bharatesha-Vaibhava.


También se menciona en el Sangita sudha (1628) de Govinda Dikshita. De todos estos relatos se desprende que el Yakshagana fue primero una narración cantada y luego un estilo musical perfeccionado en el siglo XVII. Más tarde, la forma teatral tomó el nombre del estilo musical. A las referencias específicas al Yakshagana hay que añadir las innumerables referencias a la danza, el teatro y la música que encontramos en todas las obras en idioma Kannada mencionadas anteriormente.


Parece natural que para entender el fondo completo de esta forma tengamos que tener en cuenta el desarrollo histórico de la India en general y el de Karnataka en particular. Hubo un crecimiento paralelo de varias formas artísticas en diferentes niveles de la sociedad: estilos literarios y musicales pertenecientes tanto a la tradición Sánscrita (Margi) como a las formas regionales (Deshi). Ambas siguieron evolucionando juntas.


El reconocimiento textual del Yakshagana procede principalmente de una obra del siglo XVII llamada Sabha Lakshana mattu prasanga. Los escritores de Yakshagana en Karnataka, a diferencia de los que escribieron obras de Yakshagana en Telegu y Tamil, fueron muchos y continúan hasta el siglo XX (XXI?). Entre ellos, cabe mencionar a Lakshmi Narayana alias Muddana Santibana Desikar, Parti Subha y Timna. Todos ellos pueden considerarse escritores de guiones de obras concebidas para la escena más que para el drama literario puro. Sin embargo, su creatividad debe considerarse en relación con la actividad literaria antes mencionada, ya que la llamada danza folclórica (denominación utilizada por la mayoría de los críticos literarios) era una faceta importante de los desarrollos culturales más amplios.


En este marco debemos entender el Yakshagana de hoy, que es principalmente, aunque no exclusivamente, el coto de la clase Brahmánica llamada Bhagavatars, Bhagavatas que están vinculados a los templos. De hecho, aún hoy la forma es mantenida principalmente por los Devasthanams o la administración del templo.

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