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EL TEATRO TRADICIONAL DE INDIA - Múltiples Corrientes

Por Dra. Kapila Vatsyayan


KUTIYATTAM (II)


Tanto el Shilappadikaram como el Patitrupattu proporcionan valiosas pruebas internas del estado de la poesía, la música y la danza. Las formas musicales que prevalecían en Kerala antes de la llegada del Gita Govinda en los siglos XV-XVI tienen mucho en común con la cultura musical de Tamil Nadu. Con el tiempo evolucionó con sus propias técnicas, siendo la más importante el estilo de canto adaptado para el Kathakali actual. Las tradiciones del Kutiyattam utilizan, como en el caso de la lengua, tanto las formas recitativas puras que se remontan al canto védico como los ragas de la música Carnatica. Muchos de los ragas utilizados en el Kutiyattam tienen una gran similitud con los ragas del sistema carnático. Además, en las obras literarias en malayalam se describen muchas formas de danza y quizá se puedan establecer conexiones entre algunas de ellas y las tradiciones de danza que prevalecen en Kerala si se realiza un análisis minucioso. Hasta ahora los estudiosos de la región no lo han intentado.


Raja Kulashekhara, al escribir su particular forma de drama, debió de recibir la influencia directa o indirecta de diversas corrientes paralelas que formaban parte del desarrollo cultural de Kerala. Aunque no se ha demostrado de forma concluyente que conociera el vasto cuerpo de literatura sánscrita que prevalece fuera de Kerala, sería razonable suponer que no desconocía las obras del rey pallava Mahendra Vikrama o Varman, como también se le llama, que fue el autor de Mattavilasam y Bhagavadajjukiyam. Las dos obras de Harsha, Naganandam y Ratnavali, también eran populares y habían viajado a diferentes partes de la India. También es posible que las obras de Bhasa se representaran en las cortes de los reyes Pallava. El Bharatavakyam de Avanti-Sundarikatha menciona que Matridatta era amigo de Dandin. El Kuttnimattam de Damodaragupta, en el que hay una vívida descripción de la presentación de Ratnavali, puede que también haya viajado a Kerala antes de que el Raja Kulashekhara escribiera las obras de Kutiyattam. La sorprendente movilidad de las obras creativas de una parte de la India a una región lejana es un fenómeno recurrente y típico.


No es de extrañar, por tanto, que el autor de las dos primeras obras, claramente identificadas como Kutiyatam, incorporara muchos elementos del teatro sánscrito y, sin embargo, las impregnara de un color local y un estilo distintivo que las hacía de carácter típicamente regional. Se dice, aunque no se ha demostrado históricamente, que el rey contó con la hábil ayuda de un erudito brahmánico conocido como Tolan. Estudiosos como R. V. Poduval y Kunnjuni Raja coinciden en que quizá fue Tolan, y no el rey, el responsable de introducir en el drama sánscrito el uso de la lengua local por boca del vidushaka, la parodia de los cuatro Purusharthas, la limitación de la presentación de estas obras a la comunidad Chakyar y el establecimiento de elaborados procedimientos para los preliminares de la representación de las obras. Con la introducción de estos elementos surgió una forma claramente autónoma con vínculos vitales con el teatro sánscrito, por un lado, y con las tradiciones locales, por otro. Además, con la introducción de la lengua local a través del vidushaka y la libertad que se tomó para ridiculizar a los cuatro Purusharthas, se introdujo la nota dominante de estar en contacto con la contemporaneidad.


Con el tiempo, hacia el siglo XII, la práctica del Kutiyattam condujo a la redacción de manuales y textos que daban una justificación teórica y establecían reglas y procedimientos de ejecución, siendo los más importantes de estos manuales el Attaprakaram, escrito en manipravala (uninó del malayalam y el sánscrito), y el Kramadipika. El primero detalla las técnicas de actuación y desarrolla el significado de los versos, en forma de relato sostenido, para ayudar al actor a representar mediante gestos y movimientos el contenido de la obra. El segundo establece las reglas, normas y procedimientos para la puesta en escena de estas obras y el tratamiento de las canciones, danzas, ragas y demás.


Otro desarrollo relacionado fue el del Chakyar Kuttu, que se separó del Kutiyattam o creció como una forma paralela. Las narraciones de las historias seleccionadas se recopilaron para formar lo que se conoce como Prabandhas. De hecho, el nombre Prabandha Kuttu ha llegado a denotar el arte de contar historias de los Chakyar. Las composiciones literarias estaban siempre en sánscrito y se basaban en los relatos puránicos: Bharata Prabandha y Ramayana Prabandha son ejemplos típicos. La narración depende en su mayor parte de la habilidad recitativa del actor y de su capacidad para reforzarla con gestos adecuados, ingenio y elegancia de estilo: la polivalencia de la habilidad interpretativa es la esencia de la actuación. No hay ninguna realización musical, salvo un gran tambor de cobre llamado Milav o Mizhavu, común tanto al Chakyar Kuttu como al Kutiyattam.


El Kutiyattam es una forma dramática evolucionada en la que participan tanto hombres como mujeres. Desde que Kulashekhara escribió sus obras, el repertorio se ha ampliado enormemente y hoy en día se conocen casi una docena de obras de Kutiyattam en Kerala. Algunas de ellas son adaptaciones (o reediciones) de obras sánscritas anteriores presentadas al estilo Kutiyattam, mientras que otras son obras originales escritas para una representación del Kutiyattam.


Subhadradhananjayam y Taptisamvaranam se atribuyen a Kulashekhara. Otros son Ashcharyachudamani de Shaktibhadra; Naganandam de Harsham; Pratijnayaugandharayanam, Svapnavasavadatta, Pratimanatakam, Balacharitam y Abhishekanatakam de Bhasa; Mattavilasam y Bhagavadajjukiyam del Rey Mahendra Vikrama; y Dutaghatotkacham y Kalyana Saugandhikam de Nilakantha.


La literatura creativa y textual de los siglos posteriores, incluidos los manuales y textos de danza, teatro y música, y los textos de arquitectura (como el Shilparatna), todos ellos fechados entre los siglos XII y XVIII, proporcionan un valioso material de base para reconstruir el desarrollo del Kutiyattam. La comunidad y el estatus de los actores, el entorno en el que se representaba, la construcción del escenario, las técnicas de actuación y los instrumentos musicales utilizados se mencionan en estos textos. El Sandesha Kavya en malayalam se refiere a menudo a las representaciones del Kutiyattam. Se dice que el Unnunilisandesha menciona una representación del Taptisamvaranam en el templo de Tali y el Kokasandesha menciona que se representó un Kuttu en la mandapa del templo de Triprayar. De la lectura de estos textos y manuales de arquitectura, música y danza se desprende que entre los siglos X y XVIII hubo una impresionante actividad literaria, dramática y musical y se desarrollaron muchas formas nuevas en la literatura, como el pattus, el campus, el Ramanattam, el Krishnattam y finalmente el Kathakali. Los modos musicales sufrieron un cambio con el impacto del vaishnavismo y el Gita Govinda. Sin embargo, las representaciones de Kutiyattam continuaron y sobrevivieron gracias a la disciplina vigilada de las familias Chakyar, que se convirtieron en las únicas depositarias de las tradiciones literarias y teatrales de esta forma particular de teatro. Según los estudiosos, había 18 familias Chakyar que representaban el Kutiyattam. Hace algunos años Kunnjuni Raja enumeró seis de estas familias y hoy sólo se pueden mencionar tres. Entre los intérpretes más conocidos están Koyappa Rama Chakyar de Painkulam, Mani Madhava Chakyar de Potiyil y Ammannur Madhava Chakyar.


Los Chakyar no sólo son actores y artistas teatrales herederos, sino que también han sido figuras literarias y autores. En el siglo XIV se escribió el Shrivilasa que se atribuye a Damodara de Mannanam: se supone que también escribió un campu llamado Unniyachicharitam.


Nilakantha también era un Chakyar. Las familias supervivientes de los Chakyar son los descendientes directos de aquellos cuyas obras han llegado hasta nosotros y a los que se hace referencia con frecuencia en otras obras de la literatura malayalam durante los últimos ochocientos años o más.


Sin embargo, el secreto de la supervivencia del Kutiyattam radica tanto en la capacidad de la comunidad Chakyar para salvaguardar y preservar las tradiciones de una época anterior, como en su capacidad para adaptarse a las nuevas situaciones, para responder a las preocupaciones locales e inmediatas y para ser lo suficientemente flexible como para poder dar a su presentación validez y significado contemporáneos. Si los Chakyar se hubieran limitado a la forma que les dio Kulashakhara, habría habido muchas posibilidades de que la tradición se rompiera o se anulara. La flexibilidad innovadora que proporcionó Tolan al carácter del vidushaka mediante el uso del dialecto local y la libertad de ridiculizar los cuatro Purusharthas sacrosantos debe haber dado a la forma suficiente margen de renovación, reinterpretación e improvisación. Así pues, las tradiciones Kutiyattam actuales no son piezas de museo de un pasado lejano, sino que pertenecen a la India contemporánea por su sátira, su comentario social y su preocupación por el aquí y el ahora. Nuestra justificación para incluir esta forma tan evolucionada y estructurada es que es una clave para la comprensión del fenómeno de la cultura india, donde una pieza de teatro contemporáneo encarna muchos momentos del pasado y es una amalgama de muchas tradiciones, algunas estrictamente Shastriya y universalmente indias, otras totalmente locales o regionales y contemporáneas. También ejemplifica la relación de las formas con las tradiciones de la región, como el Kathakali (ya veremos cómo), etc., y con las tradiciones de fuera de la región (Yakshagana, Bhagavatamela, etc.).


Pero todo esto es el pasado histórico, la situación temporal y espacial en la que la forma floreció y evolucionó. ¿Y la propia representación teatral? ¿Qué constituye, cómo se mueve y cuáles son sus principales herramientas técnicas y de comunicación? El primero y más importante es el espacio físico en el que se representa, el teatro llamado Kuttambalam. En Kerala sobreviven algunos ejemplos de Kuttambalam (batyamandapa de la tradición sánscrita), entre los que destacan el natyamandapa del templo de Vishnu de Tirumuzhikulam, en Parur, y el teatro del templo de Vatakkunathan, en Trichur. Es probable que el autor de las primeras obras de teatro de Kutiyattam fuera también constructor de natyamandapa: la tradición lo asocia con la construcción del templo de Krishna en Thirukulashekharapuram, cerca de Tiruvanchikulam. Sin embargo, los Kuttambalam y natyamandapas que se conservan pertenecen a un periodo muy posterior al reinado de Kulashekhara. El estilo arquitectónico de estas mandapas comparte en gran medida las características arquitectónicas de los templos de Kerala. Los templos del periodo (800-1000 d.C.) se construían generalmente con planos arquitectónicos cuadrados, circulares o absidales. El templo principal o Shrikovil tiene una namaskaramandapa independiente construida en un plano cuadrado con un techo piramidal. Algunos templos no tienen namaskaramandapas; sin embargo, todos parecen estar enclaustrados debido al nalambalam que encierra el Shrikovil y el namaskaramandapa.


De los tres tipos de planta, la cuadrada, la circular y la abovedada, los templos circulares son distintivos de Kerala. El estilo arquitectónico del Kuttambalam comparte las características de los templos cuadrados y circulares de Kerala.


Existe un valioso material textual sobre la construcción del Kuttambalam: la mayor parte, sin embargo, pertenece a un periodo muy posterior a los siglos IX y X. Aunque no es seguro que estas estructuras existieran en la época de Kulashekhara, no cabe duda de que éste tuvo en cuenta el estilo arquitectónico y el modelo de suelo del teatro al desarrollar las metodologías de presentación del Kutiyattam.


Como es sabido, en la literatura sánscrita hay muchas referencias dispersas al natyamandapa (o nrittamandapa) y al natyashala. Las epopeyas, especialmente el Mahabharata, describen los nrityashalas. El Natyashastra dedica todo su segundo capítulo a la descripción de los diferentes tipos de teatros. Posteriormente, los textos de arquitectura, escultura e incluso música aluden a los natyamandapa. Los textos de los siglos X y XI, como el Mayamata Manasara y el Ishanashiva gurudeva paddati, aportan un valioso material. Por último, dos textos de Kerala del siglo XVI, Shilparatna y Trantrasamucchaya, contienen descripciones precisas de la construcción del Kuttambalam o natyamandapa. Hay que señalar que estos textos no preceden en todos los casos a los ejemplos de Kuttambalam que se conservan en Kerala. Tres importantes Kuttambalam pueden verse en los templos de Perumanan, Irinjalakkuda y Vatakkunanthan.


Un análisis completo y exhaustivo de la construcción del Kuttambalam queda fuera del ámbito del presente trabajo. Basta con señalar que tanto los textos como los restos arqueológicos reales dan testimonio de que el Kuttambalam formaba parte del complejo del templo con un plan bien concebido y una disposición básica. Se encuentra en el lado derecho de la deidad instalada y los textos prescriben esta colocación. Todos los teatros de Kerala (es decir, los que están cerca de los templos) están orientados hacia la deidad en el templo en un eje paralelo.


El Kuttambalam suele ser una estructura rectangular, aunque el de Chengannur tenía forma de huevo. Desgraciadamente, sólo se conserva el pedestal de este último. En el museo de Trivandrum se puede encontrar una maqueta de éste.

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