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DHRUPAD ES LA MÚSICA PARA MI. INDIA ES EL LUGAR PARA MI”.

Por Nancy Lesh Kulkarni

(publicado originalmente en inglés en Deepak Raja´s World of Hindustani Music)



La chelista de Dhrupad, Nancy Lesh Kulkarni, nacida en USA, escribe acerca de su viaje por la música Hindustana.


Mi recorrido por la música india comenzó por azar. Cuando vine a India por primera vez en 1982 llevaba 13 años tocando música occidental para chelo, había tocado en varios orquestas sinfónicas, incluyendo el hecho de haber sido chelista principal de la Orquesta del Festival de Roma, y en ese momento era chelista de la Orquesta del Maggio Musicale de Florencia en Italia. Era feliz tocando Bach, Beethoven, Tchaikovsky y todo lo mejor de la música clásica occidental.


Cada verano disfrutaba de tres meses de vacaciones de mi trabajo en la orquesta y ese año, vi una oferta de pasajes de ida y vuelta a Bombay (Mumbay) por U$500. No pude resistirme a la oportunidad de ir de vacaciones a una tierra tan exótica. Sin embargo, no sabía nada de India ni de su música ni conocía a nadie que viviera allá. No obstante, tejí un morral para mi chelo con la intención de deambular por India y retornar luego en otoño a mi trabajo en la orquesta.


Cuando me bajé del avión en Bombay en una mañana de Junio, me impactó de inmediato la fragancia del humo de las fogatas, mezclada con los condimentos de la comida. Ese olor en particular me era muy familiar y sentí de inmediato como si hubiera llegado a casa. Todavía disfruto de ese delicioso olor cada vez que arribo a India. Todas las imágenes y escenas que experimenté durante ese primer mes fueron extrañamente familiares. A la mañana siguiente empecé a vestirme de sari y a usar un bindi en mi frente, y al poco tiempo me hice perforar la naríz al estilo indio.


Pasé el primer mes en Bombay tocando las suites para chelo solo de Bach en parques y lobbies de hoteles y escuchando conciertos de música clásica Hindustana cada noche. Estaba sorprendida de todos los nuevos sonidos que estaba escuchando: sitar, sarangi, surbahar, bansuri, tanpura, tabla, pakhawaj. Habiendo sido criada en occidente asumía que la música india era toda de la categoría “folclórica”. Me emocioné mucho al escuchar tantos estilos de música clásica y una impresionante gama de ragas. Estaba ansiosa por aprender algo de esta música en mi chelo, pero por donde comenzar? Con quién estudiar?


Por fortuna hice contacto con el afamado especialista Dr. Narayana Menon, es esa época director del Centro Nacional para las Artes Escénicas. Él me dio algunos consejos que siempre he valorado. Me dijo que no debería apresurarme al escoger un maestro y comenzar a estudiar. Me aconsejó que me pasara los tres meses de las vacaciones escuchando todos los conciertos que me fuera posible. De esta forma encontraría naturalmente una atracción por un estilo o instrumento en particular. Luego en mi próximo viaje a India podría asumir un estudio formal con un maestro específico.


Hice lo que me dijo. Al día siguiente partí en una gira para escuchar música en las principales ciudades del norte de India con el chelo colgado a la espalda. A donde fuera tocaba Bach en los parques y en los lobbies de los hoteles durante el día y asistía a conciertos en la noche. Luego de un mes de viaje llegué a mi ciudad favorita, Benares. Di un recital en la Escuela de Música de la Universidad Hindú de Benares, en donde interpreté la famosa Suite 5 para chelo solo de Bach. Entre el público estaban presentes el Decano de Música, Dr. Ranga Naiki y la musicóloga Dr. Premlata Sharma.


Luego de mi recital la Dr. Sharma vino a verme y me dijo: “Siempre nos sorprende cómo los occidentales son capaces de tocar por horas todas las piezas memorizadas nota por nota”. Y le respondí: “Es mucho más impresionante cómo ustedes los músicos indios son capaces de improvisar sin parar sobre un solo raga por horas y horas, siempre innovando y nunca repitiendo una frase!”. Le pedí consejo a la Dr. Sharma acerca de realizar estudios en música india. “Este instrumento es perfecto para Dhrupad”, fue su respuesta. Tan solo muchos años más tarde llegué a comprender la sabiduría de su afirmación. “Tenemos un buen maestro de Dhrupad aquí en la universidad, el Dr. Ritwik Sanyal. Se lo presentaré”.


Al día siguiente fui a la casa del Dr. Sanyal para mi primera lección de Dhrupad, sin tener ninguna idea de lo que era Dhrupad! En todos mis viajes nunca tuve ni una oportunidad de escuchar este maravilloso género musical. Tan pronto como escuché el alap interpretado por el Dr. Sanyal en el raga Bhim Palasi, supe que esa era la música para mi. Los tonos bajos de su voz, los movimientos libres de su alap, la conmovedora melodía, todo me dejó fascinada. Pero lo que fue aún más emocionante fue cuando me di cuenta que de alguna forma podría reproducir esas frases en mi chelo. Al escuchar que el sonido familiar de mi chelo tomaba una nueva y exótica expresión fue difícil contener mi emoción! Fui diariamente a las clases con el Dr. Sanyal hasta cuando se llegó el momento de regresar a Florencia.


Pero cuando llegó el momento simplemente no pude hacerlo. Por esos días un teléfono público era una rareza en Benares y luego de espera de horas la conexión era con frecuencia tan mala que era inútil la comunicación. De tal forma que envié un telegrama al Maestro Riccardo Mutti, director de la orquesta en Florencia para que por favor me encontrara reemplazo ya que yo debía permanecer en India. Me quedé en India por siete años estudiando dos años con el Dr. Sanyal, y cinco años con su guru, el maestro de Dhrupad en veena, Ustad Zia Mohiuddin Dagar. Se me unieron mi esposo e hijo, y mi hija nació en Panvel a las afueras de Bombay.


Además de Dhrupad en chelo estudié los idiomas hindi y marathi. Esos fueron años maravillosos y siempre apreciaré los recuerdos que tengo del Ustad y su música celestial. Luego del fallecimiento prematuro de mi Ustad en 1990, visité India cada año para continuar mis estudios de Dhrupad en chelo con su hermano, el eminente vocalista Ustad Zia Fariduddin Dagar de Bombay.


Durante los últimos 25 años de tocar Dhrupad en chelo, he probado todo tipo de modificaciones en mi instrumento, con la guía de mi guru. Esta ha sido de por sí una interesante aventura. En la actualidad uso dos cuerdas adicionales, que son pulsadas en el estilo chikari de la rudra veena. Mis cuatro cuerdas melódicas pasan por sobre un puente de cuerno de alce inclinado, hecho al estilo de la veena para que así produzca un sonido zumbante. Se puede ver en mi foto que he adoptado la postura india en la que llevo el chelo al tiempo que estoy sentada sobre un tapete. Eliminé el vibrato, el cuál había desarrollado cuidadosamente en mi entrenamiento en música clásica occidental, de tal forma que los sutiles ornamentos del Dhrupad se puedan articular claramente.


El resto es tan solo la difícil vida de un músico. No puedo sino agradecer a mis gurus por la inspiración y guía que me han dado, que fueron tan fuertes que han perdurado todos estos años. Espero poder cambiar mi residencia permanentemente a Pune en 2008. India es el lugar para mi!