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Sri Aurobindo, el estado supramental y la vía integral
por: Matteo De Vecchis
Estudiante de Literatura, Universidad Javeriana, Bogotá

Sep. 2020



Corría el año 1920 cuando Sri Aurobindo, en su estancia en Pondicherry, escribe una sentida carta dirigida a su querido amigo Barin, expresándole sus preocupaciones y saberes sobre la práctica del yoga y su correcta vía, la cual Aurobindo había denominado la vía del Yoga integral. El principio fundamental del Yoga integral consiste en armonizar y aunar el jñana (conocimiento), el karma (las obras) y el bhakti (amor) en su totalidad, para después elevarlos por encima del plano mental hasta su perfección en el plano supramental. Los antiguos yogas se conformaban con experiencias espirituales a nivel mental, captando únicamente fragmentos, sin la capacidad de abarcar el Todo invisible, el Infinito. Los medios de los que disponían para alcanzar dichas experiencias no variaban del samadhi, el moksha y el nirvana, permitiendo llegar a esta liberación sin forma, sin atributos, y sin ningún fruto, sin producir ningún cambio en la humanidad. Sri Aurobindo en su carta hace especial énfasis en la noción de comunidad, si bien están presentes eternamente el Yo, el Brahman, el Divino, lo que Dios quiere para el hombre es que los encarne en la tierra, en sí mismo y en colectividad.


Sri Aurobindo nace en Calcuta en el año 1872 y muere en Pondicherry en el año 1950. Poeta, filósofo, maestro de yoga y acérrimo defensor de la independencia de la India. Recibió una educación a la inglesa, en 1885 entró en la St. Paul´s School de Londres, y cuatro años después ingresó a Cambridge, donde termina de estudiar griego, latín e historia. De su educación occidental y sus latentes sentimientos nacionalistas, son fruto sus fuertes críticas a la occidentalización de la India, su preocupación por el alma de su país, y sus ideas sobre la ilustración europea, que según Aurobindo solo provocó la aparición del aristócrata británico, el capitalista estadounidense y el apache parisino. Abandona Inglaterra en 1893 y participa en la revista nacionalista Induprakash. A su vez, profundiza su conocimiento sobre la India y estudia la tradición sánscrita y bengalí. Tras su paso por diferentes revistas nacionalistas, milita en un grupo extremista del Congreso Nacional Indio, y es encarcelado en 1908 hasta 1909, período en el cual se dedicó a la meditación y a la práctica del yoga. Esta etapa también marca su reencuentro con la divinidad por medio de la filosofía india. En 1910 se establece definitivamente en Pondicherry, donde se aleja definitivamente de toda actividad política y cuatro años después, en 1914, funda la revista Arya, donde semanalmente escribe sus impresiones y reflexiones sobre la filosofía, el yoga y la literatura.


Los antiguos sistemas de yoga, expresa Sri Aurobindo en su carta, no pudieron armonizar la vida espiritual y la vida material, rechazando el mundo al que consideran una ilusión o un lugar transitorio, lo que provocó la degeneración de la India y el ocaso de la fuerza de vida. Citando el Gita menciona que los pueblos perecerían si yo no realizara la obra, para evidenciar como “estos pueblos” de India han caído en la decadencia, como algunos santos y ascetas renunciaron al mundo para alcanzar la realización espiritual y la liberación, mientras que toda una raza, amorfa y embrutecida, se sumerge poco a poco en una profunda inercia: no se puede hablar de realización espiritual si el resto del colectivo humano queda marginado de la liberación.


Probablemente te preguntarás: «¿Qué necesidad tenemos de una comunidad? ¡Somos libres y vivimos en todo y en todos. ¡Que todo sea uno sin distinción y que ocurra lo que tenga que ocurrir en el seno de esta vasta unidad!» Sí, pero esto no es más que un aspecto de la verdad. No nos preocupamos sólo del Absoluto sin forma, queremos también conseguir el dominio de la vida y de las formas y formulaciones de la vida. Sin formas, no habría verdadero movimiento de vida; es el Sin-Forma el que ha tomado forma y si ha asumido así nombres y formas, no lo ha hecho por un capricho de Maya: Él ha tomado forma porque la forma es indispensable. Por eso no queremos rechazar ninguna de las actividades del mundo: política, comercio, vida social, poesía, arte, literatura, todo tendrá su lugar; pero a cada una de estas actividades debemos darle un alma y una forma nuevas.


La vía del Yoga integral reconoce que es necesario conocer primero en el plano mental, así sean parciales, todas las experiencias para inundar la mente de la luz y el gozo del espíritu, pero esta primera experiencia debe estar acompañada con la necesidad de ir más arriba, ya que sin ascender hasta el plano supramental no se puede develar hasta el último secreto del mundo ni resolver el enigma que este plantea. La ignorancia que supone oponer la materia y el espíritu desaparece en el plano supramental, y se evidencia la manifestación eterna del Yo: conocer a Dios, poseerlo totalmente y cumplir lo que dice el Gita para conocernos integralmente, íntimamente. Los cinco planos del Espíritu son el físico, el vital, el mental, el supramental y el Ananda, escalándolos el hombre en su evolución espiritual se acerca a la Perfección suprema. En el estado supramental es más fácil elevarse hasta el Ananda infinito e indivisible, establecerlo y realizarlo, tanto fuera del tiempo en el Parabrahman (espíritu supremo o realidad última) como en el propio cuerpo, en la vida y en el mundo. Esta sería la clave misma del yoga de Sri Aurobindo y su principio fundamental, cuando el gozo integral, la consciencia integral, y en últimas el ser integral se manifiestan y toman forma en la vida.


La obra poética de Sri Aurobindo está compilada en Collected Poems, libro que abarca y evidencia toda la concepción que tiene el autor sobre la poesía y la filosofía, donde, al igual que con el yoga, plantea el concepto de la integración. La evolución espiritual no es solo el ascenso de un plano inferior hacia uno superior, es la integración de los niveles supremos con los más mínimos, lo que implica que si un principio superior emerge, este desciende a los principios inferiores provocando su transformación (transformación integral).  En su poesía evolución no significa el ascenso de un principio aislado hacia un nivel superior, sino un levantamiento y posterior transformación de todos los principios: los principios superiores no pueden evolucionar si los inferiores son estáticos. La evolución es la manifestación progresiva de una verdad en el mundo, lo cual dentro de su filosofía es conocido como principio de solidaridad.


Cito a continuación un poema titulado Liberación. Por cuestiones de extensión lo cito de tal manera donde el símbolo / marca el cambio de verso del poema.


Me libero/de la danza giratoria/de mi mente/y me suspendo/en el Espíritu libre del silencio. /Criatura más allá/del tiempo/y de la muerte/de mi propia eternidad/vislumbro el centro. /Me he escapado/y el pequeño ego está muerto, /soy perpetuo, /solo e inefable. /He salido del universo que cree, /he crecido sin nombre y sin mesura. /Calla mi mente/en la luz infinita/y se deleita en paz/mi solitario corazón. /Mis sentidos sin lazos por el tacto, /los sonidos, /la Visión; /mi cuerpo/es un punto/entre blancos infinitos. /Soy la Gracia pura e inmóvil/en el Uno: /Nadie Soy, Aquél que Todo Es.


La conciencia universal está fundida y escondida en la materia, la evolución es el método para liberar esa conciencia. Es el retorno del espíritu hacia sí mismo: la liberación es un regreso a casa ascendiendo y descendiendo, donde el ser supera todas las limitaciones del plano mental hacia el supramental. Por medio de la poesía, Sri Aurobindo expresa sus más íntimas visiones y revelaciones, describe al mantra como un ideal al que se acerca la poesía, ideal que tiene que alcanzar: la poesía es un mantra incompleto. El mantra se diferencia de un verso porque el mantra no solo planta la realización de la belleza, también planta una cuestión casi intuitiva combinada con una satisfacción estética que siente quien “experimenta” el mantra. El ideal de la poesía sería el surgimiento del subconsciente y la culminación del ser ante la vastedad ilimitada que se abre poco a poco ante nosotros.

Dentro de su obra poética el trabajo más importante es el poema épico Savitri: una leyenda y un símbolo, el cual está basado en el relato del Mahabharata La historia de Satiavan y Savitri, una historia de fidelidad y amor donde Savitri enfrenta Iama, el dios de la muerte, para que regrese a la vida a su esposo Satiavan. El poema de Sri Aurobindo consta de 2400 versos, los cuales se encuentran en doce libros que se dividen en tres partes: la primera parte relata el yoga y las experiencias del rey Aswapati (padre de Savitri); la segunda relata el yoga y las experiencias de Savitri; en la tercera tiene lugar el enfrentamiento entre Iama y Savitri. Algunos libros se denominan: El conocimiento secreto, El reino de la materia sutil, El descenso en la noche, El camino del destino y el problema del dolor, El encuentro con el alma o La casa del espíritu y la nueva creación, títulos que pueden dar una idea precisa del contenido de la obra y de los cantos. Siguiendo la línea argumental del Mahabharata, Sri Aurobindo expone de manera poética y vívida todos sus años de experiencias espirituales, su práctica de yoga, la naturaleza oculta, la ascensión a otros planos de conciencia, etc. Este poema épico, al igual que el Mahabharata no es simplemente una construcción poética, es también las experiencias reales conocidas por el autor, lo que convierte a la obra en un legado y un posible mapa sobre los diversos planos de conocimiento, espirituales y de conciencia.


Savitri: una leyenda y un símbolo fue escrito entre 1916 y 1950, período en el cual su escritura fue interrumpida numerables veces debido a las diferentes actividades a las que se dedicaba Sri Aurobindo, en especial su dedicación a la revista Arya y a la práctica del yoga, sobre la cual reflexionó y escribió constantemente. El poema épico fue publicado entre 1950 y 1951. El autor tenía la intención de escribir una gran introducción al poema, lo cual no sucedió, pero si escribió una nota de autor, la cual cito a continuación, que aparece al comienzo del poema en todas sus versiones publicadas, la cual sirve no solo a modo de resumen, sino para dejar clara cuál fue la intención del autor al escribirlo.


La historia de Satyavan y Savitri se recita en el Mahabharata como una historia de amor conyugal que conquista la muerte. Pero esta leyenda es, como lo demuestran muchas características del relato humano, uno de los muchos mitos simbólicos del ciclo védico. Satyavan es el alma que lleva la verdad divina del ser dentro de sí misma pero descendió a las garras de la muerte y la ignorancia; Savitri es el Verbo Divino, hija del Sol, diosa de la Verdad suprema que desciende y nace para salvar; Aswapati, su padre humano, es el Señor de Tapasya, la energía concentrada del esfuerzo espiritual que nos ayuda a elevarnos de los planos mortales a los inmortales; Dyumatsena, Señor de las Huestes Brillantes, padre de Satyavan, es la Mente Divina aquí ciega, perdiendo su reino celestial de la visión, y por esa pérdida su reino de gloria. Sin embargo, esto no es una mera alegoría, los personajes no son cualidades personificadas, sino encarnaciones o emanaciones de Fuerzas vivientes y conscientes con las que podemos entrar en contacto concreto y tomas cuerpos humanos para ayudar al hombre y mostrarle el camino desde su estado mortal hacia una conciencia divina y una vida inmortal.



Bibliografía


-Aurobindo, S. Collected Poems. Sri Aurobindo Ashram Trust: 2009. Pondicherry.

-Aurobindo, S. Cartas sobre el yoga integral y supramental. Fundación Centro Sri Aurobindo Barcelona

-Madre. Pensamientos y aforismos de Sri Aurobindo. Sri Aurobindo Ashram Trust: 1979. Pondicherry.

-Raina, M.K. Sri Aurobindo. Perspectivas, vol. XXXXII, n.3, septiembre 2002              http://www.ibe.unesco.org/sites/default/files/aurobins.pdf


LITERATURA